miércoles, 12 de noviembre de 2014

El alumno observador


Hemos hablado ya de las características del alumno agresor o “Bully” y de las características del alumno “víctima. Hoy voy a comentaros las características del tercer protagonista…el alumno “observador
Se han estudiado hasta cuatro papeles diferentes en función del grado y el tipo de implicación. “Activos” si ayudan al agresor; “pasivos”, si le refuerzan indirectamente, como por ejemplo, dando muestras de atención, sonriendo, asintiendo, etc; “Pro sociales”, si ayudan a la víctima; y “espectadores puros”, si no hacen nada, pero observan la situación (Avilés, 2002).
El papel que desempeña el observador está bastante menos estudiado que el de agresor o víctima, pero se sabe que aun sin una activa implicación, se produce un efecto que cómo poco, puede insensibilizar hacia la violencia y puede inhibir y retraer respuestas solidarias, efectos nada buscados entre los objetivos del centro escolar, ni entre los objetivos de educación familiar, y por supuesto, absolutamente indeseable para la prevención y afrontamiento de la violencia escolar. Pepler y Craig (1995), observaron durante los recreos a alumnos de 6 a 12 años. Se dieron cuenta de que un 85 % de los episodios de violencia o maltrato entre compañeros que se producían, fue visto por otros compañeros que en una mayoría de los casos refuerzan al agresor y se muestran más amistosos y respetuosos hacia éste que hacia sus víctimas. Aproximadamente una mitad de ellos estaban implicados como participantes activos, y la otra mitad se repartía entre alumnos “neutrales” y alumnos que “se sentían mal” al ver pelear a los compañeros.
En las aulas de Secundaria, más de un 70 % de alumnos conoce los casos de maltrato.
En el contexto escolar, las oportunidades de observar agresiones (y también de recibirlas y de ser reforzado por los iguales) son mayores en el recreo que en las aulas (Craig et. al., 2000).

ARTURO CATARINO TEJEDA           1 "D"

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